domingo, 15 de junio de 2008

Me cago en el cabrón que inventó el teclado!

Exactamente en Christopher Latham Sholes. Este hombre fue el desgraciado que encontró divertido poner las teclas tal y como las tienes en tu teclado. No están por orden alfabético, las vocales no están juntas, nada de nada.


Por lo que se ve este hombrecillo intentó ponerlas en orden alfabético y no lo logró por problemas mecánicos (estamos en el desarrollo de máquinas de escribir del siglo XVIII), y en lugar de intentar hacer mejores piezas, decidió que era más fácil colocarlas como le entraran. Claro que teniendo en cuenta que lo desarrolló para una empresa de armamento estaba claro que los que le compraron su máquina tampoco eran lumbreras.



Así que ya tenemos al culpable de que la v esté al lado de la b, la n al lado de la m la y a dos teclas de la i y la j a dos de g. Esto nos puede llevar a la desesperación a la gente que intentamos escribir deprisa, ya que el aumento de la velocidad es directamente proporcional a la posibilidad de dar a la tecla de al lado de la que querías. Y si estás escribiendo rápido cuando te das cuenta del error ya has mandado el mensaje.


Si confundiéramos otras teclas no pasaría mucho. Si vas a escribir “teclado” y escribes “teclsdo” se ve que se te fue el dedo, no hay problema. Pero si escribes abión nadie cree que sea un fallo al pulsar, sino que eres un inculto de los gordos.


Por eso digo que cada vez que veáis a alguien decir “biba yo“, no es su culpa, es culpa de Sholes.



Lo que parece mentira es que 150 años después sigamos arrastrando un diseño aleatorio. Aunque si existe un diseño diferente funcionando en el mundo, el AZERTY. Aunque sólo se usa en Francia, ¡y sigue teniendo la v y la b juntas! Se intentó otro teclado, con la disposición de las letras más usadas en las teclas más fáciles de usar, y con la b y la v separadas: el Dvorak. Pero ni siquiera se llegó a vender ya que supusieron (acertadamente) que los usuarios seríamos muy vagos para acostumbrarnos a otra disposición.



Lo único que me da pena es que no se le acuse debidamente a este hombre. De hecho se le ha inducido en el Hall of Fame de los inventores. ¡Será posible! Si no fuera por la descomposición exhumaría su cadáver para darle una patada en su culo inducido. Por culpa de ese cabrón (y del gusto por lo conocido de la humanidad) tendremos que aguantar faltas de ortografía por los tiempos de los tiempos hasta que decidan fusionar la v y la b.

Sólo queda decir ¡BIBA YO!